El pasado día 11 de julio, tras el solemne acto de entrega de despachos
de la XXXVIII
Promoción de Suboficiales del Ejército y después de haber
escuchado con emoción, algunos con la carne de gallina, el entrañable
himno de homenaje a los caídos “La muerte no es el final” el Ministro de
Defensa, don Pedro Morenés, anunció la tan esperada continuidad de Talarn.
Vaya por delante el reconocimiento a todos los que han apoyado la
continuidad de la Academia ,
aunque algunos destacados dirigentes socialistas, locales y provinciales,
callaban clamorosamente cuando en su día la ministra Chacón sentenciaba el
futuro de Talarn y otros integrantes de la variopinta plataforma, que defendía
a la vez la ruptura con España y la continuidad del Ejército, no han sido
precisamente un modelo de coherencia ni tan siquiera de eficacia.
Mención especial merece el Ministro de Defensa, Pedro Morenés,
principal artífice de una decisión difícil, meditada y valiente, con el que me
une una vieja y entrañable amistad, que arranca de cuando como Secretario de
Estado consiguió rebajar a la mitad el precio que el gobierno anterior
socialista pedía al alcalde también socialista, señor Siurana, por el traspaso
a Lleida de los cuartele de Gardeny.
Pero la decisión de mantener la Academia no ha sido fácil. Porque conviene
recordar aquí que hasta 2011 la
AGBS de Talarn disponía de un Plan de formación de
Suboficiales del Ejército español de dos años. Fue la ministra de Defensa, la
sra. Chacón, al cambiar el Plan de estudio y reducir la formación militar
básica a 4 meses, quien puso en peligro la continuidad de la Academia , que a todas
luces dejaba de ser rentable por su bajo nivel de ocupación.
Pudo remediar la situación el gobierno socialista en funciones, tras el
triunfo del Partido Popular y de Mariano Rajoy el 20 de noviembre del 2011,
pero en la EDU /3602
de 12 de diciembre de ese año, en la que ser relacionan los centros docentes
militares en los que se autorizan los ciclos formativos FP de grado superior
para que los futuros suboficiales puedan completar la formación militar básica
y adquirir la formación especializada para conseguir el título de FP de 2º
grado, no figuraba inexplicablemente la Academia de Talarn.
Un Talarn funcionando 4 meses ha sido pues parte de la herencia que nos
ha dejado Zapatero. Preferentes, desahucios, déficit del 11% en vez del 9%
declarado, o sea 20.000 millones de euros más, y además 27.000 millones de
euros de facturas sin pagar a los proveedores, 40.000 que necesitaba la Banca , los 28.000 del sistema
eléctrico de gasto comprometido y los 30.000 de Defensa,....., que le han
obligado al ministro Morenés a reducir a límites indispensables los gastos para
garantizar la Defensa
Nacional , entre las protestas de los portavoces nacionalistas
que pedían a la vez recortes y aquí la continuidad de la Academia.
Por eso, en ese marco obligado de restricciones presupuestarias, la
decisión de mantener la
Academia de Talarn no ha estado motivada sólo por los
intereses económicos del Pallars, sino también por otros dos argumentos
decisivos. La AGBS
de Talarn es una Institución plenamente consolidada, fundada en 1974, y que
goza de gran prestigio en la formación de los futuros Suboficiales del Ejército
español, y su presencia en tierras “profundamente” leridanas, catalanas y
españolas cobra una especial significación, ahora más necesaria que nunca, en
la vertebración del Estado.
Algunos acusan ahora al Partido Popular de Alicia Sánchez Camacho de
politizar el éxito, son los mismo que nos satanizaban cuando heredamos un
Talarn hipotecado por el gobierno anterior. Me parecería injusto que no se
reconociera ahora el esfuerzo de nuestra Presidenta en el Pallars, Ana Cava,
que siempre ha dado la cara, y sobre todo el decisivo apoyo al que se refirió
el ministro Morenés del Presidente Rajoy, del que doy fe porque personalmente
yo, hace unos meses, le trasladé tanto al Presidente del Gobierno como a su
Vicepresidenta, Soraya Saenz de Santamaría, sendos informes personales a favor
de la continuidad de Talarn. Esa ha sido mi modesta aportación, reconocida
generosamente por el ministro Morenés, me consta que por muchos ciudadanos. En
lo personal me basta con la enorme satisfacción, como en otras ocasiones, del
deber cumplido.
Diputado
al Congreso del Partido Popular por Lleida
Presidente
de la Comisión
de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el Congreso de los Diputados